Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Menú

Gandini presenta herramientas para combatir la delincuencia

Autonomía y profesionalización del Instituto de Rehabilitación, apoyo de las Fuerzas Armadas a la Policía y allanamiento nocturno, tres herramientas para el combate de la delincuencia.
Prensa PorLaPatria
Ragazzino eventos - Municipio A

La Lista 250 de Montevideo convocó a vecinos y referentes del sector Por La Patria del Municipio A a una reunión en la que participaron el Senador y líder de esa agrupación, Jorge Gandini, junto con el Diputado Álvaro Viviano y el Edil Javier Barrios.

Gandini, abordó varios temas de la agenda nacional, entre ellos el de la inseguridad y los desafíos que genera a la sociedad y al gobierno, al tiempo que llamó a la necesidad de implementar cambios en varios ámbitos, atacando no solo el delito en sí sino sus causas, una tarea que va más allá del Ministerio del Interior. También propuso darle autonomía y profesionalización al Instituto Nacional de Rehabilitación, e invitó a estudiar la posibilidad de que las Fuerzas Armadas puedan actuar como auxiliares de la Policía y autorizar el allanamiento nocturno, dos iniciativas propuestas por el exministro Jorge Larrañaga en la reforma Vivir sin Miedo.

Sostuvo que desde Por La Patria se defienden todas las cosas buenas que se hicieron: “Somos defensores del Gobierno y del Presidente de la República”, enfatizó. Sin embargo, añadió que estamos en “un proceso de cambios importantes que hay que continuar, en el que hay que agregar otros, mantener lo que está bien, mejorar lo que no se pudo, cambiar lo que anda mal, porque hay cosas que andan mal”.

Debemos “mirarnos al espejo con coraje y decir que no todo lo hicimos bien” por lo que “hay muchas cosas que tenemos que cambiar”, reiteró, entre ellas las referidas a la seguridad que “es un tema en el que enfrentamos problemas nuevos con recetas viejas, porque aquellos que veíamos que pasaba en otros países y que veíamos como tan lejano y exótico ya pasa acá”.

“El sicariato era un tema de Colombia, México, del norte de Argentina, pero hoy está acá y los homicidios están básicamente asociados al enfrentamiento entre bandas que disputan territorios y mercados de estupefacientes y productos ilegales”, pero a la vez “hay menos homicidios vinculados a las rapiñas”. Es un problema que nos desafía, y para llegar a una solución primero debemos “entender dónde está el problema, y el problema está ahí”, en la disputa en torno a las drogas, “y genera varias ramificaciones”.

Destacó que Montevideo se ha tecnificado con la colocación de “más cámaras, más elementos disuasivos, más policías en las calles, pero no alcanza”.

Cambiar los procesos de rehabilitación

Para tener una sociedad segura es importante poner la mirada sobre las cárceles y la rehabilitación de los privados de libertad. En ese sentido, Gandini dijo que cuando la coalición asumió el gobierno “recibió 12.000 privados de libertad” que hoy subieron a “15.000, y tenemos 18.000 con medidas alternativas”. “Son muchos, y otra vez tenemos hacinamiento carcelario”.

Cuestionó que las “políticas de rehabilitación no son suficientes” a pesar de que “las políticas sociales van dirigidas a los más vulnerables y son de mejor calidad que las anteriores, con más recursos, pero igual hay más gente viviendo en la calle” y cuando profundizamos las causas de ese fenómeno descubrimos que los efectos son multicausales como las adicciones o la salud mental.

Sobre la inseguridad “le echamos la culpa al Ministerio, pero tenemos que asumir que muchas de las tareas que cooperan con una mejor seguridad no tienen que ver con la represión policial, sino con otro tipo de políticas que enfrentan las causas” de la delincuencia, por ejemplo “la integración familiar, la salud, la educación, la rehabilitación”.

Por otra parte, “todos los días salen de las cárceles un promedio de 26 personas, son casi 800 en el mes, pero también cada día entran 29, tres más de las que salen, y si esos 800 que salen en el mes no consiguen trabajo -y la mayoría no lo consigue-, si además no encuentra una puerta en la que no le hayan cambiado la llave para recuperar el lugar (y los vínculos) del que viene”, lo que sucede es que “muchos de ellos regresan a donde se iniciaron en la vida delictiva” y repiten su historia.

Para atender todos esos aspectos ajenos al Ministerio del Interior se necesitan “políticas que no tienen que ver con la seguridad, son otras las respuestas que se deben dar”, entre ellas, “tenemos que trabajar para sacar el Instituto Nacional de Rehabilitación del Ministerio del Interior y ponerlo en un lugar con autonomía y gente capacitada. Eso sale plata y mucha gente no quiere que dediquemos más plata a los presos, pero nosotros entendemos que tenemos que hacerlo porque eso es parte de la calidad de vida de los ciudadanos honestos. No solo son derechos humanos de los privados de libertad, la reinserción de esas personas en la sociedad también es una manera de proteger a la gente honesta”, argumentó.

Fuerzas Armadas y allanamientos nocturnos

Otra herramienta de trabajo para enfrentar la inseguridad es “la posibilidad de que las Fuerzas Armadas sean auxiliares de la Policía”, lo que requiere reformar la Constitución porque ésta les prohíbe intervenir en la seguridad interna.

El legislador recordó la reforma Vivir sin Miedo del exministro Larrañaga y que Por La Patria tomó como suya convirtiéndose en uno de sus principales promotores: “Uno de los puntos propuestos era la Guardia Nacional donde los militares bajo el mando policial podían actuar”.

“Si los militares pueden estar en la ruta 5, bastante lejos de la línea limítrofe con Brasil”, cuya presencia “impone respeto, ¿por qué no pueden estar en el barrio Villa Española (Montevideo) donde los vecinos conviven con tiros todos los días?, ¿por qué no pueden instalarse en una esquina y si hay algo mal llamar a la Policía? La sola presencia del Estado hace que la gente sienta que no son los olvidados, que no son los últimos, que existen, además de que la presencia (militar) intimida (a los delincuentes)”.

Al hablar de seguridad “también debemos pensar en darle a la Policía un soporte material que estire su brazo”. Las Fuerzas Armadas “lo hacen bien porque ya lo hacen en las misiones de paz (de las Naciones Unidas); lo hacen acá en la guardia perimetral de las cárceles” y el resultado fue que “se acabaron las fugas de las cárceles”. Son militares “que cambian cada 15 días sin tener contacto con los policías de la puerta ni los presos que están adentro”. 

“Hay que ajustar cosas y no es solo responsabilidad del Ministerio del Interior y de la Policía”, concluyó.

Si te ha gustado el contenido, te animamos a compartirlo en tus redes sociales.

Noticias relacionadas

noticias por categoría

Jorge Gandini

Nació en Aires Puros.
Tiene tres hermanos menores, que son trillizos, dos varones y una mujer.
Está casado con Laura, tiene tres hijas y dos nietos de 5 y 2 años.
Concurrió a la escuela Estado de Israel, al Liceo 21 y al Liceo Rodó.
Fue boy scout desde los 11 años en el barrio Casavalle.
Trabajó como relojero desde los 16, mientras terminaba preparatorios y empezaba Facultad de Derecho. Atendió el quiosco que tenía su padre en el barrio Reducto, y más tarde dio clases de conducir.
A los 18 años se fue a vivir al barrio Municipal Instrucciones, a un predio de los Scouts, desde donde realizaban diferentes acciones de servicio social.
Comenzó su militancia política previo al plebiscito de 1980. Estudió Derecho y tuvo una activa actuación en la militancia gremial, siendo fundador, delegado y ejecutivo de la ASCEEP, y en ella fundador de la CGU.
Desde el Partido Nacional, fue fundador de la Secretaría de Asuntos Sociales (SAS)
En febrero de 1985, fue electo Director del Partido Nacional por la SAS, en el Directorio que presidió Wilson.
Desde ese año, fue el primer Secretario General de la Juventud de Por la Patria y diputado suplente por la Lista W.
Fundador y primer Director del INJU, y Director Nacional de Correos.
Accedió al Senado por Propuesta Nacional en 1994. Desde 2004 ejerce ininterrumpidamente la actividad parlamentaria, primero como diputado y luego como senador, habiendo apoyado las candidaturas de Jorge Larrañaga.
Hoy se ha propuesto recrear una corriente wilsonista, el Movimiento Nacional Por La Patria, con el objetivo de ensanchar la base del Partido, para ayudarlo a ganar y continuar con los cambios. Dispuesto a asumir los desafíos necesarios.