El martes 5 de marzo, la Cámara de Representantes votó por 91 en 92 que el Diputado Álvaro Viviano (Por La Patria, Partido Nacional) ocupara la Primer Vicepresidencia.
Al asumir, Viviano agradeció a todos los que lo acompañaron en esa instancia, especialmente al senador Jorge Gandini a quien definió como “mi amigo, con quien nos conocemos hace 40 años” y recordó haberlo conocido en 1983 en el bar El Molino de Carmelo (Colonia), luego se encontraron en 1987 en la Corriente Gremial Universitaria (CGU), y posterior en 1989 en una lista, comenzando a recorrer un camino inseparable.
También agradeció al exsenador Jorge Larrañaga y a su familia a la que “pocas veces” vincula a su actividad política, pero que estuvo presente acompañándolo durante la votación.
“Hoy es para mí un momento muy especial, muy importante y relevante. Capaz uno de mis momentos políticos más elevados” agregó.
En otro orden comentó que es “fantástico y asombroso lo que pasa en nuestro sistema político, lo que pasa hoy, lo que pasó cuando se votó a la diputada Ana” Olivera (Frente Amplio) como presidenta de la Cámara de Representantes, como “los que pasa en cada uno de los momentos donde se dan estas ceremonias” que quizá “son poco entendibles por el universo de la gente que nos mira de afuera y se pregunta ‘¿cómo puede ser?, estos locos se matan pero ahora se tiran flores entre sí’. Eso es difícil de comprender para quien no lee en el fondo”.
Reconoció que a él mismo le pasó alguna vez: “Entendía cuando se elegía al Presidente (de la Cámara) pero no la del Vicepresidente. ¿Por qué tienen tanta aparatosidad si en realidad lo que importa es el Presidente?, pero luego lo empecé a entender cuando fui Vicepresidente de la Junta Departamental. Entendí lo que implicaba que tus compañeros transfieren la responsabilidad de representar al representante, nada más y nada menos”, reflexionó.
También dijo entender que asumir la responsabilidad de la Vicepresidencia significa “convertirnos un poco en parte de los equilibrios y las garantías para asegurar el debate republicano y democrático. Entendí que esas características que emergen de estas votaciones tan conceptuosas son parte de las reservas que tiene el sistema democrático uruguayo, que se distingue en el mundo y que están expresadas en estas formas que nosotros tenemos de votar y de algún modo resguardar estas instancias como un valor sagrado”, enfatizó ante una Cámara atenta.
“Podemos discutir y tener diferencias, podemos tener distintas visiones, pero en el centro está cuidar la democracia, cuidar las instituciones y ponerle límites a los excesos. Eso es lo que hacemos cuando votamos a un representante que nos represente”, definió.
Viviano dijo entender la política “como una tarea de lealtad; la entiendo como un compromiso, como una tarea de diálogo, como de anteponer el interés colectivo sobre el personal, y sobre todo como una tarea de tender puentes”.
Destacó el concepto de “tender puentes, tender puentes y tender puentes. Nunca debemos cesar de tender puentes, bajo ningún concepto, si queremos que el país avance”, fundamentalmente cuando estamos en el “advenimiento de tiempos políticos tan difíciles como el que tenemos por delante. Seguir construyendo puentes, seguir construyendo ciudadanía, seguir construyendo país”.
Concluyó proclamando que “Uruguay tiene que seguir avanzando y creciendo, y aquí están dadas las garantías para que el sistema democrático y la república sustenten eso”.
Nació en Aires Puros.
Tiene tres hermanos menores, que son trillizos, dos varones y una mujer.
Está casado con Laura, tiene tres hijas y dos nietos de 5 y 2 años.
Concurrió a la escuela Estado de Israel, al Liceo 21 y al Liceo Rodó.
Fue boy scout desde los 11 años en el barrio Casavalle.
Trabajó como relojero desde los 16, mientras terminaba preparatorios y empezaba Facultad de Derecho. Atendió el quiosco que tenía su padre en el barrio Reducto, y más tarde dio clases de conducir.
A los 18 años se fue a vivir al barrio Municipal Instrucciones, a un predio de los Scouts, desde donde realizaban diferentes acciones de servicio social.
Comenzó su militancia política previo al plebiscito de 1980. Estudió Derecho y tuvo una activa actuación en la militancia gremial, siendo fundador, delegado y ejecutivo de la ASCEEP, y en ella fundador de la CGU.
Desde el Partido Nacional, fue fundador de la Secretaría de Asuntos Sociales (SAS)
En febrero de 1985, fue electo Director del Partido Nacional por la SAS, en el Directorio que presidió Wilson.
Desde ese año, fue el primer Secretario General de la Juventud de Por la Patria y diputado suplente por la Lista W.
Fundador y primer Director del INJU, y Director Nacional de Correos.
Accedió al Senado por Propuesta Nacional en 1994. Desde 2004 ejerce ininterrumpidamente la actividad parlamentaria, primero como diputado y luego como senador, habiendo apoyado las candidaturas de Jorge Larrañaga.
Hoy se ha propuesto recrear una corriente wilsonista, el Movimiento Nacional Por La Patria, con el objetivo de ensanchar la base del Partido, para ayudarlo a ganar y continuar con los cambios. Dispuesto a asumir los desafíos necesarios.